N: Yo nunca le gusté a los nenes. Nunca. Será porque ellos nunca me gustaron a mí. Nenes/nenas, quiero decir, seres pequeños.
La otra vez estaba en un asado y vinieron a hablarme dos nenitas. Y digo bueno, vamos a sacar el lado materno. Me preguntaron mi nombre y decían boludeces que no entendí, pero sonreí como la mejor. Entonces se quedaron viendo cómo estaba pintando (semi en pelotas, porque me habia levantado hace seis horas y no me di cuenta que la gente estaba llegando) La cuestión es que me llamó mi vieja entonces dejé todo ahí en el suelo y fui a ver qué quería, porque las reuniones la ponen nerviosa y mi hermano no estaba.
Cuando volví las pendejas mal paridas por una hija de re mil puta me habían ensuciado toda la pintura, arruinado las acuarelas y hecho mierda un pincel. Después me miraban de lejos y se reían y yo las miraba con mi mejor cara de odio, obvio. Encima estaba de mal humor porque era un asado. Asado, con carne, asado. Y yo no como carne. Morrón comí. Morrón. 
No entiendo porqué no les gusto a los nenes. Simplemente no les agrado, así que lo menos que puedo hacer es corresponderles de la misma manera.
Te juro que me acuerdo de las pendejas y cada vez las odio más. Todavía tengo la hoja donde estaba pintando ese día.
J: Le podés hacer un marco y cuando te pregunten por qué enmarcaste algo así, les decís  "se llama: por qué no debo ser madre"


Amén.